Pizza con piña de Gino Sorbillo. Puro Marketing.

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En Italia hay reglas, no escritas, que todo el mundo conoce.

La primera sin duda es que la pizza y la piña nunca pueden encontrarse.

En el centro de Nápoles, en una de las calles principales de la capital mundial de la pizza, se puede comer una pizza con piña.

Gino Sorbillo, uno de los pizzeros napolitanos más famosos, con más de 21 pizzerías en todo el mundo, nos regala una gran lección de marketing y estrategia empresarial.

Se enfrentó a todos los tradicionalistas y llamó la atención con gran habilidad.

Innovación: la pizza no lleva tomate, la piña se cuece dos veces en el horno con azúcar glas para caramelizarla y luego utiliza tres tipos de queso, dos de ellos ahumados.

No es la típica pizza hawaiana americana. Es otra cosa, es experiencia e investigación del producto.

Italia está dividida en dos, los que dicen que Gino es un genio y los que gritan herejía.

Todo lo que puedo decirte como hombre de marketing es que es una gran acción, muy valiente, que está dando excelentes resultados.

He sacado algunas conclusiones que quiero compartir contigo.

Lección número uno: el precio de la pizza. Gino siempre ha defendido que la pizza es un producto popular, por lo que no debería tener un precio elevado. La pizza de piña de Sorbillo cuesta menos de 10 euros. Te empuja a probarla eliminando cualquier barrera de compra.

Lección número dos: Cuando vas al restaurante te explica los diferentes procesos de elaboración y el trabajo que hay detrás de la investigación.

Nurturing: Te transmite buena información para que puedas apreciar el producto en todas sus características.

Lección número tres: Fuerte polarización de opiniones. Rompe el estatus quo y haz que todo el mundo hable de tu marca. La tradición y la innovación chocan.

Atraer a un público nuevo y más joven.

(youtubers de toda Italia corriendo para ir a probarla para sus públicos)

Las grandes cosas se consiguen asumiendo riesgos, si están bien calculados, mejor.

Gino vende muchas pizzas en Estados Unidos, ¿ha simplemente escuchado a su público? Tal vez.

Pero el golpe maestro fue empezar a hacerlo desde el corazón. NÁPOLES.

Si hubiera empezado a vender pizza con piña en América, habría tenido a todo el mundo en contra.

Empezó a vender pizza con piña en el centro de Nápoles, SOLO ALLÍ.

No en Nueva York ni en Miami.

La pizza con piña de Gino, está teniendo una gran aceptación entre el público local.

No soy tradicionalista. Así que creo que la pizza con piña es bienvenida, siempre y cuando la elabore alguien con gran experiencia y habilidad y con productos que sean claramente de la máxima calidad.

Las reglas, incluso las no escritas, están para romperlas.

Sobre todo cuando se trata de gastronomía y marketing.